martes, 14 de febrero de 2012

Es posible ser amigos de los hijos y con ello aumentar su autoestima?

La gran mayoría de los padres consulta a los especialistas porque se encuentran angustiados, ya que desean ser amigos entrañables de sus hijos.

Y sí son adolescentes con mayor razón.

Los amigos se eligen, nosotros decidimos con quién entablamos o no lazos de amistad superficiales o profundos. La relación entre padres e hijos es una condición que no elegimos, simplemente somos los padres de esos hijos y esos hijos tienen unos padres específicos.

¿A qué padres nos referimos ?

A los que les tocaron a ambos. No existe una relación con mayor grado de intimidad y de liga afectiva que la de los padres con los hijos. Todo el resto de las relaciones, excepto las filiales, son cambiables, es decir, pueden o no, estar en nuestras vidas: parejas, amigos, amantes.

Pero los hijos y los padres están unidos por ligas invisibles para toda la vida. La función de la maternidad y la paternidad es criar hijos responsables, seguros, con límites y con una clara idea de la autoridad.

Los padres son modelos que proveen a los hijos maneras de comportamiento, pautas sociales, fuerza, éxito, estados emocionales, formadores de personalidades no de amistades.

Cuando esa línea delgada entre la autoridad y los límites se pierde o se desvanece es imposible fungir en el rol de padres que se requiere. Los padres son una autoridad, un ideal, una representación del mundo.

Los padres pueden ser amistosos pero no amigos de los hijos, cuando este límite se pierde, la autoridad se desvanece, los valores se trasgiversan y las confusiones aparecen en conflictos, malos modos, tiranías y una sobrexigencia de los hijos hacia los padres.

Ser padre es mantener una línea de seguridad, de apoyo, de formación y de guía.

Cuando los padres se confunden en este rol se olvidan de su verdadera función en la que son grandes pilares en la autoestima, identidad, autoconcepto y formación de la personalidad de sus hijos.

La maternidad y la paternidad es un privilegio del cual requerimos sentirnos orgullosos sin perder nuestra posición más importante que no se llama amistad sino guía y comprensión.

Las relaciones padres e hijos